Utilizamos cookies. Al continuar con la navegación entendemos que las acepta.
Más información AceptoEn Las Valdesas estamos comprometidos con la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental de nuestra actividad. Por eso, medimos nuestra huella de carbono, un indicador que refleja las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas a lo largo de todo el proceso de producción de nuestro aceite de oliva, desde el cultivo de los olivos hasta la transformación de las aceitunas en aceite y su envasado final.
Cuantificar nuestra huella de carbono nos permite identificar las fuentes de emisiones, como el uso de maquinaria, la aplicación de fertilizantes y el consumo de energía en el proceso de transformación de las aceitunas. Esto nos ayuda a implementar estrategias para reducir nuestro impacto ambiental.
Gestión de la cubierta vegetal: Mantenemos una cubierta vegetal adecuada, que no solo ayuda a absorber carbono, sino que también mejora la biodiversidad del suelo y retiene la humedad.
Uso de fertilizantes orgánicos: Optamos por fertilizantes de origen natural, minimizando el uso de químicos sintéticos y su impacto en el ecosistema.
Aprovechamiento de restos de poda: Los restos de poda se integran al suelo, aumentando su materia orgánica y capacidad de almacenar carbono.
Energías Renovables: La instalación de paneles solares en nuestra almazara reduce el consumo de electricidad de fuentes no renovables, disminuyendo nuestras emisiones.
Producción Ecológica y de Producción Integrada: Implementamos métodos que priorizan el control natural y mecánico de plagas, lo que reduce la necesidad de pesticidas.
Para la medición de emisiones en actividades agrícolas, utilizamos la metodología del Green House Gas Protocol, que es una norma internacional. En la gráfica a continuación, se muestran las emisiones, el secuestro y el balance neto para los diferentes tipos de huella: Agrícola, Almazara y Agrupada (Explotación + Almazara).
En 2023, la huella de carbono asociada a nuestras actividades agrícolas se sitúa en -672,25 tCO2e, lo que significa que capturamos más carbono del que emitimos. Las emisiones de la almazara, que se producen en el proceso de molturación y envasado, fueron de 86,04 toneladas de CO2. Sumando las emisiones de ambos procesos, hemos logrado un balance de -586,21 toneladas de CO2. Esto significa que, efectivamente, producimos un aceite de oliva con huella de carbono negativa.
A través de estos esfuerzos, no solo buscamos producir un aceite de oliva virgen extra de calidad, sino también contribuir activamente a la conservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
Para conocer más sobre nuestro compromiso y las acciones que llevamos a cabo, te invitamos a consultar nuestro informe completo y el certificado de la huella de carbono, que acredita nuestras prácticas sostenibles y resultados favorables en la captura de carbono.