Utilizamos cookies. Al continuar con la navegación entendemos que las acepta.
Más información AceptoEl aceite de oliva es un producto totalmente natural que no caduca en ninguna de sus variedades ni tipos. Tiene fecha de consumo preferente, que es algo muy diferente como pasaremos a exponer a continuación.
Los productores o envasadores de aceite de oliva estamos obligados a reflejar en el etiquetado, y conforme a la legislación española, (R.D 1334/1999 por el que se aprueba la norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimentarios, y que indica en su art. 11 que “en todo producto alimentario debe figurar la fecha de duración mínima o la fecha de caducidad”) su fecha de consumo preferente, que está entre 12 y 24 meses dependiendo de diversos factores. Es fundamental aclarar que su consumo posterior a la fecha indicada no produce ningún efecto dañino para la salud, ya que hablamos de consumo preferente y no de caducidad.
Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre los tan debatidos términos (y aún muy desconocidos) de la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente, conceptos muy diferentes y no siempre bien interpretados.
Aunque los medios de comunicación están haciendo especial hincapié sobre este asunto y la sociedad se encuentra cada vez más sensibilizada sobre la calidad, el origen y la elaboración de los productos que consumimos, no siempre prestamos la atención necesaria, lo que nos puede llevar a poner en evidente riesgo nuestra salud.
Significa que a partir de la fecha indicada en el producto, éste deja de ser apto para su consumo y se debe desechar. El no hacerlo puede entrañar problemas sobre la salud. El producto puede consumirse hasta el mismo día que aparece en el etiquetado o envase, pero no a partir de él. Junto a la fecha de caducidad, los productores deberán reflejar una descripción básica sobre las condiciones idóneas de conservación. Como ya hemos mencionado anteriormente, los aceites de oliva no caducan.
La fecha de consumo preferente es la fecha en la que el productor/envasador garantiza que el producto mantiene sus cualidades y propiedades, siempre y cuando se mantenga siguiendo las condiciones adecuadas de conservación, tanto en la tienda como en el hogar. La diferencia fundamental con la fecha de caducidad es que el producto se puede seguir consumiendo una vez alcanzada la fecha de consumo preferente, sin entrañar ningún riesgo para la salud, aunque su calidad puede disminuir.
En los aceites de oliva, la fecha de consumo preferente suele estar entre un año y medio y dos años, aunque su durabilidad dependerá de diversos factores como el transporte, la conservación adecuada tanto en tienda como en hogar, el tipo de envase, tipo de aceite, variedades,…(ver conservación aceite de oliva)
La durabilidad de un producto alimentario no puede ser matemática. Para su mejor conservación no sólo hay que considerar el modo o proceso de elaboración, sino también todos y cada uno de los factores mencionados anteriormente.
Son las empresas productoras o envasadoras, siguiendo estrictos criterios sanitarios y de calidad, las encargadas de establecer las fechas de consumo preferente de los productos alimentarios en general y de los aceites en particular, teniendo en cuenta que su conservación será la recomendada en el etiquetado de los envases, así los aceites deben mantenerse en un lugar fresco entre 18 y 20º, seco, alejado de la luz y protegido de olores intensos. Se fija una fecha idónea para su consumo con unos márgenes de seguridad, asesorando siempre al cliente para que lo consuma antes del marco indicado a fin de que pueda saborear y disfrutar de todos los sabores, matices y aromas del producto. El vencimiento de la fecha en el producto no significa que deje de ser apto para su consumo.
No todos los aceites tienen el mismo periodo de vida útil. El productor/envasador deberá tener en cuenta que la durabilidad de un aceite también dependerá de otros factores aparte de una conservación adecuada conforme a lo explicado en el párrafo anterior. Estos factores son:
• Cosecha: Como quiera que el aceite es un producto totalmente natural, un zumo de aceitunas que no contiene conservantes ni estabilizantes, la mayor frescura del producto y su durabilidad viene condicionada a que pertenezca a la cosecha o campaña en vigor y no a campañas anteriores. Aunque legalmente no es obligatorio indicar en el etiquetado de los aceites la campaña a la que pertenecen, en Las Valdesas lo mencionamos expresamente para que el cliente sepa que está consumiendo un aceite fresco y con las debidas garantías.
• Tipo de aceite: El Aceite de Oliva Virgen Extra tiene una mayor estabilidad dado su elevado contenido en antioxidantes, por lo que se mantendrá en mejores condiciones hasta llegar a la fecha de consumo preferente que otros aceites de oliva como el aceite de orujo de oliva, aceite de oliva o aceite de oliva virgen.
• Variedad del aceite: Hay variedades dentro de los aceites de oliva virgen extra, que por sus propias cualidades, se conservan más y mejor que otras. Por ejemplo, la variedad picual, por su contenido elevado en antioxidantes, ácido oleico y polifenoles, mantiene sus aromas y sabores durante más tiempo que otras más inestables como por ejemplo la arbequina. Ello no implica que una variedad de aceite sea mejor que otra, sino que debemos tener en cuenta sus peculiaridades para consumirlo dentro de los periodos recomendados.
• Tipo de envase: Cualquier envase comercializado hoy en día y que cumpla la normativa sobre el envasado de aceites es perfectamente apto. Ahora bien, en función a la rotación que se le vaya a dar al producto, algunos son más aconsejables que otros. Si desea conservar durante más tiempo y en mejores condiciones el aceite, recomendamos presentación en lata o vidrio oscuro. Si por el contrario, le va a dar un uso rápido y desea un coste inferior, recomendamos la línea de envases pet, tomando la debida precaución de conservarlos adecuadamente, no exponiéndolos a temperaturas alta y protegiéndolos de la luz tanto natural como artificial.